Miguel Ángel Martínez / Tula de Allende. El líder del Movimiento de Afectados de la Zona Arqueológica de Tula (AZAT), Alejandro Barrientos Adolfo, acusó que el administrador de la antigua Tollan, Alejandro Gasca Cruz, invadió cerca de 300 metros de vía pública para no permitir la venta de productos ni la supervivencia a los artífices que laboran dentro del antiguo centro ceremonial.
El dirigente sostuvo que la acción de colocar una cadena y piedras fuera de la puerta principal del complejo prehispánico, es algo que el encargado de la zona hizo con dolo en respuesta a la publicación de este medio donde se informó que, en un intento generar economía para sobrevivir, los manufactureros ofrecían sus mercancías afuera del complejo arqueológico, aunque éste lleva más de 10 meses cerrado ante la pandemia de coronavirus.
Cabe recordar que, de acuerdo con los artesanos que laboran en la Capital Tolteca, en más de 300 días, no han recibido apoyos de los tres órdenes de gobierno, por lo que están desesperados ante la falta de ingresos y que dijeron que no esperan dádivas, sino que sólo quieren que los dejen trabajar.
Se dio cuenta de que, entre 10 y 15 puestos de artesanías se colocaban afuera de la puerta de la zona arqueológica a esperar a los pocos clientes que llegaban, a quienes podían vender entre 40 y 80 pesos diarios, cantidad que llevaban a sus hogares para el sustento diario, ante el nulo apoyo de las autoridades.
Alejandro Barrientos dijo que si sus representados venden en el acceso a la Ciudad de los Atlantes es porque “prefieren morirse en busca del sustento diario que de hambre encerrados en sus casas como recomienda las autoridades de los tres niveles”.