Miguel Ángel Martínez. Región Tula. El pasado 12 de octubre, integrantes del Movimiento Social por la Tierra (MST), retomaron las movilizaciones para logar que se concrete el anuncio de Declaratoria de Emergencia Ambiental para la región de Tula, mismo que realizó el exsecretario del medio ambiente federal, Víctor Toledo Manzur hace más de 3 años y 3 meses.
Para Francisco Chew Plascencia, líder de la mencionada organización es necesario y obligatorio para el gobierno federal comenzar a realizar acciones encaminadas a consolidar la restauración ecológica de la franja suroccidente de la entidad, luego de que el 16 de julio de 2019, el ex de la Semarnat, la catalogara como infierno ambiental, prácticamente inhabitable.
En entrevista el dirigente social reveló que el Día de la Raza, el colectivo tomó las instalaciones de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para obligar a sus funcionarios a retomar el tema y ejercer las acciones suficientes para remediar la emergencia ambiental que persiste.
Cabe resaltar que, de acuerdo a organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, el municipio de Tula alberga a las dos empresas más contaminantes de Hidalgo, la refinería Miguel Hidalgo y sobre todo la central termoeléctrica Francisco Pérez Ríos (CT).
Y es que, de acuerdo con un estudio estudio realizado por la organización Iniciativa Climática de México, tan sólo la CT, afecta gravemente la calidad del aire regional, en colonias y comunidades de cuatro municipios de Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Tlaxcoapan y Tula de Allende, las cuales están en grave riesgo a consecuencia de la contaminación del aire que respiran.
Según los resultados, disponibles en línea son diez comunidades de la antigua Capital Tolteca las que se encuentran como focos rojos: Arboledas, Teocalco, Praderas de El Llano, Zaragoza, La Amistad, Bomintzhá, San Marcos, San Pedro Alpuyeca, El Llano y Tula centro.
Las de inminente peligro de Atitalaquia son seis: la cabecera municipal, Tlalminulpa, Cardonal, Empleados de Pemex, Bojay. Unidad Habitacional Antonio Osorio de León, Tlamaco, en tanto que de Atotonilco de Tula es la cabecera y la comunidad de Progreso, finalmente el centro de Tlaxcoapan y Teocalco también se hayan en alerta máxima, lo mismo que la localidad de Doxey.
A tal escenario, organizaciones ambientalistas locales como la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, dijo en voz de su secretaria Angélica Violeta Arellano Ángeles, se suma la contaminación del agua y el suelo que llega a la región Tula a través de las aguas negras del Valle de México y se congrega en la fosa séptica a cielo abierto más grande del mundo, la presa Endhó.
Bajo estas premisas, Chew Plascencia sostuvo que, por principio de cuentas se debe avanzar en oficializar de una vez por todas la declaratoria de emergencia ambiental por parte del presidente de la República, como único facultado para tal efecto.
Indicó que, como resultado de la toma de las dependencias hace 9 días, se obtuvo el compromiso de reunirse y ser atendidos por María Luisa Albores González, actual titular de la Semarnat y Germán Martínez Santoyo, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a efecto de retomar la agenda ambiental y comenzar a destinar recursos para la restauración ecológica correspondiente.
Resaltó que ya le quedan dos años al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por lo que indicó que ya es tiempo de que se pongan las pilas y cumplan con su promesa de hacerle justicia ambiental a la zona Tula – Tepeji, a la que deben de dejar de considerar como área de sacrificio.