El inicio del Apertura 2019 de la Liga MX, cuando menos para el equipo Pachuca, estuvo salpicado de varios detalles que dejan un mal sabor de boca, ya que perdió 3-1 ante su hermano menor, quien le quitó lo invicto de local, después de 16 fechas, amén de todo lo que redondeó el encuentro.
Sin embargo, el futbol se caracteriza por estas circunstancias que sirven para corregir, planear y aplicar las experiencias, y, esto es lo que tiene en puerta cuerpo técnico y jugadores, para que las siguientes fechas sean favorables.
En este juego, los Tuzos mostraron muchas deficiencias durante la primera mitad, ya que se perdieron por la falta de un esquema definido, y que fue bien aprovechado por el León, para llevarse las tres unidades.
Para el segundo tiempo, los pupilos de Martín Palermo ya se adueñaron del balón, dominaron las acciones y llegaron con relativa facilidad al marco contrario, pero ahí también faltó la jugada inteligente para concretar.
En estas condiciones, los Esmeraldas, motivados por su reciente subcampeonato y por el futbol que les ha inculcado su técnico, Nacho Ambris, todavía se dieron el lujo de anotar un gol más, cuando estaban contra la pared.
Las consecuencias fueron lógicas de alguna manera y marcaron la diferencia entre uno y otro rival, del cual, el estratega tuzo tendrá que hacer un análisis concienzudo, para armar el equipo deseado por él y la afición, aprovechando al máximo las cualidades propias de cada jugador.
Sí, hay varios refuerzos y de calidad, que deben aplicarse, pero ya, apoyando y aprovechar el liderazgo de Franco Jara, quien fue el mejor conectado con idea; cualidades que tienen que aprovechar sus compañeros y el técnico para armar el Pachuca que su afición pide.