Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- El ayuntamiento aprobó el Presupuesto de Egresos 2026 con una contradicción: menos trabajadores, pero más dinero para sueldos. Mientras el documento elimina 79 plazas de personal jubilado, la administración se autorizó 12 millones de pesos adicionales para pagar nómina de funcionarios.
La regidora independiente Ivonne Ponce Sobrevilla exhibió el despropósito: “¿Cómo puede haber menos plazas y más gasto en nómina?” La pregunta quedó sin respuesta. Nadie en la mesa de cabildo pudo explicar el incremento.
La contadora municipal, María del Carmen Remigio García, intentó justificar que las 79 plazas “no desaparecieron”, sino que fueron movidas de un capítulo a otro; pero no explicó con suficiencia la disminución del personal y el incremento del recurso destinado a nóminas.
Ponce remarcó que no es creíble que 79 jubilados simplemente hayan desaparecido o fallecido entre un año y otro. Exigió claridad, pero la administración no ofreció datos ni argumentos.
El presupuesto de 425 millones 197 mil 229 pesos volvió a privilegiar los sueldos de funcionarios de confianza, y no las necesidades urgentes del municipio, como la seguridad o la crisis generada por el lirio y el mosco culex en la presa Endhó u obra pública.
En Tula, por segundo año consecutivo, no recortó los privilegios, aunque sí los trabajadores activos, pero engordó la nómina de quienes gobiernan.
Cabe resaltar que este día se hizo público que el alcalde Cristhian Evanivaldo Martínez Reséndiz tiene una fortuna superior a los 20 millones de pesos, sin que el presidente haya justificado con suficiencia o credibilidad su proceder.
