Vía Libre. Tula de Allende.- Con más de tres décadas de trayectoria política partidista que inició en el sindicalismo en el restaurante Fonda Santa Anita, Ricardo Baptista González quebró con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 1997 la hegemonía priista preservada en la región de Tula aún en las elecciones de 1988, donde Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano le ganó a Carlos Salinas de Gortari, pero la diputación federal fue para César Vieyra Salgado, hoy lucha por sacudirse a su ex aliado Gerardo Sosa Castelán y su Clan Universitario.
Baptista González luego de competir en un proceso electoral por Movimiento Ciudadano (MC) tras el apoderamiento del PRD en Hidalgo por la tribu de José Guadarrama Márquez, tuvo en 2017 un acercamiento con el jefe político de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) que le ofertó un cargo académico en el Campus Tlahuelilpan, el que aceptó sin subordinación.
En 2018 la candidatura a diputado local fue considerada en el paquete que negoció Sosa Castelán con la dirigencia de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero tan no era subordinado que al definir la coordinación de la bancada, esta se la dieron al ex rector Humberto Veras Godoy y al caerse este, la propuesta del Clan Universitario fue Roxana Montealegre Salvador.
Ricardo Baptista, si bien jugó con sus aliados universitarios la propuesta para que fuera coordinador de la bancada y presidiera la Junta de Coordinación Legislativa de la 64 Legislatura local, en lugar de Veras Godoy, vino de la dirigencia nacional y del entonces subsecretario de Gobernación Zoe Alejandro Robledo Aburto; pero en su papel mantuvo una relación cordialmente tensa con el secretario de Gobierno Simón Vargas Aguilar.
Calificado como el mejor posicionado Baptista González superada la fase legal tras ser impugnada su candidatura lo que ocasionó fracturas y obstáculos para desarrollar bien su campaña ahora si quiere recuperar terreno en la competencia por la presidencia municipal de Tula de Allende tiene que sacudirse y marcar distancia del Clan Universitario y de Gerardo Sosa Castelán, porque han sido factores para el crecimiento de sus adversarios.
El cobijo de su amigo y compañero de luchas Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente nacional de Morena, no sirvió de mucho, la ventaja sobre sus adversarios Manuel Hernández Badillo (PAN-PRD), Alejandro Álvarez y Octavio Magaña Soto, es mínima y existe un amplio porcentaje de indecisos, por lo que la moneda está en el aire y nadie puede decirse con el triunfo amarrado a 12 días de la jornada electoral y a nueve de que culminen las campañas.