Luis Rubiales rechazó ayer dimitir en la asamblea extraordinaria de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), lo que ocasionó una serie de expresiones en redes sociales y posturas oficiales, incluido comunicados de la propia Jennifer Hermoso y el Grupo Pachuca.
El directivo aseguró que el beso que le dio a la delantera de las Tuzas fue consensuado, por lo que se negó a renunciar a su puesto.
Sin embargo, Jenni, a través de las redes, desmintió que hubiera consentido el beso del presidente del futbol español, mientras que las campeonas del mundo renuncian a la selección si «continúan los actuales dirigentes».
«En ningún momento consentí el beso que me propinó», aseguró Hermoso, en un comunicado emitido por su sindicato Futpro, horas después de que Rubiales lo calificara de «espontáneo, mutuo, eufórico y consentido».
«Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte», añadió la internacional española, quien denunció presiones para que ayudara a rebajar la presión sobre Rubiales.
«No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho», añadió Jenni, en un comunicado firmado por unas ochenta jugadoras y exjugadoras, entre ellas las campeonas del mundo, que amenazan con no volver a ir con la Roja si no hay cambios.
«Todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria de la selección si continúan los actuales dirigentes», afirma el comunicado, en el que solicitan «cambios estructurales reales» y «respuestas contundentes de los poderes públicos» hacia Rubiales.
Antes, el Grupo Pachuca también reiteró su apoyo para su futbolista, quien cumplirá un año de estadía en la Bella Airosa.
“La llegada de Jennifer Hermoso, jugadora del Club Pachuca Femenil, representa una de las mayores alegrías en la historia deportiva de nuestra institución.