Arturo G. Alanis.- San Salvador.- En la recta final del 2021, la mayoría de los integrantes de la Asamblea Municipal resolvió despacharse generosamente, al autorizarse un incremento del 30 por ciento a sus respectivas dietas, así como también asignarse un bono extra, equivalente a 60 días, por cierre de año.
Ante dicho incremento salarial, mediante voto en contra, manifestó su rechazo el presidente municipal, Armando Azpeitia Díaz, quien inclusive pretendió convencer a la mayoría edilicia de que no insistiera en aquella propuesta, argumentando que representaba una incongruencia frente al principio de la austeridad.
Además del rechazo del alcalde, dos regidores y la síndico procurador se abstuvieron de votar, pero esto no fue suficiente frente a los 10 pronunciamientos a favor de la mayoría edilicia, que para compensar el aumento de su dieta igual aprobó un incremento salarial a la plantilla de trabajadores del ayuntamiento, pero sólo del tres por ciento.
De acuerdo con información ventilada por fuentes de la alcaldía, durante aquella sesión de Cabildo se hizo presente un grupo de delegados municipales, mismos que reclamaron a la mayoría edilicia por aumentarse el salario y auto asignarse un bono, aun cuando resulta más prioritario atender las necesidades de las comunidades.
Ante el silencio de los regidores, el presidente municipal aclaró a los delegados comunitarios que él no estaba de acuerdo con ese aumento y por tanto votó en contra, reconociendo que no pudo contra la mayoría; enseguida, el mismo Armando Azpeitia informó que él solo se aplicará el tres por ciento de aumento, igual que todos los trabajadores, pero donará lo que le corresponde de aguinaldo para apoyar a personas vulnerables.