Alberto Witvrun.- Como la mayoría por no decir todos los reporteros de la vieja guardia fue empírico, inició
en la actividad periodística en El Avance Gráfico que editaba Alberto Rodríguez Torres
quien fuera asesinado por 1977 y un año después David Carrillo Jaen inició su propio
proyecto con el semanario Eco, que tenía unas pequeñas oficinas en la calle de Guzmán
Mayer posteriormente continuo con el semanario Solución.
Le conocí cuando después de mis inicios en El Sol de Hidalgo y El Sol de Tulancingo y mi
experiencia en El Sol del Pacífico y Nuevo Diario, ambos de Mazatlán, Sinaloa, cuando
trabajé como jefe de información en el bisemanario La Opinión del Estado de Hidalgo de
Víctor Manuel Martínez Espinosa quien colaboró en Eco y siempre mantuvieron buena
relación.
En la década de los ochentas ellos dos junto con Juan Sánchez Cabrera y Gabriela
Rodríguez Torres del semanario Avanzando promovieron los primeros cursos para
periodistas en activo con el apoyo del Oficial Mayor del gobierno de Guillermo Rossell de
la Lama, Manuel Sánchez Moya, sesiones que terminaron siempre en restaurante El César
cuando se ubicaba en Venta Prieta, casi frente a donde se encontraba la placa
conmemorativa del primer vuelo México – Pachuca de Juan Guillermo Villasana.
Había un afán de prepararse, de profesionalizar la actividad periodística, lo que en la
década de los noventa retomó la Unión de Periodistas Democráticos (UPD) y en los cuales
era de los primeros en inscribirse y participar activamente, tanto que su casa siempre
estaba dispuesta para recibirnos cuando los cursos concluían para además de departir
comentar las experiencias.
Nunca le escuché una palabra altisonante, su tono siempre fue amigable, amable, en junio
nos acompañó al aniversario 23 de Vía Libre, conversamos, revivimos anécdotas, siempre
solidario nos alentó a seguir adelante, este miércoles su ciclo vital concluyó, esperemos
que su semanario Solución, siga circulando.
