Alberto Witvrun.- Ahí estuvieron un puñado de progresistas, algunos con orígenes desde los partidos
Comunista (PC) y Socialista Unificado de México (PSUM), otros que aparecieron en la
lucha en el Mexicano Socialista (PMS) y en el de la Revolución Democrática (PRD) eran casi
un centenar de ocho municipios de la zona de Tula, que pronto recordaron que en 1988
hicieron ganar en ese distrito al Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano.
No ganaron la diputación federal porque el secretario de gobierno de Adolfo Lugo
Verduzco, logró romper la candidatura única del Frente Democrático Nacional (FDN) al
“comprar” al Partido de la Revolución Mexicana (PARM) y así la curul fue para el priista
César Vieyra Salgado, pero como ese se comentaron muchos pasajes de la lucha de la
izquierda hidalguense.
Así se llegó hasta como apoyaron a Andrés Manuel López Obrador como dirigente y
candidato primero perredista y luego morenista a la Presidencia de la República, hasta
cumplir el objetivo, aunque paralelamente surgieron las críticas y los cuestionamientos de
el llegar al poder a través de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no basta,
faltan resultados, dijeron.
Cuestionaron que las fuerzas progresistas has sido desplazadas en los gobiernos estatal y
municipales, que en estos segundos se mal gobierna y pusieron como ejemplo a Tula de
Allende, por eso urgieron en reintegrarse a la lucha ahora interna para hacer valer la lucha
que acompañan algunos desde hace cincuenta años, sin duda un reencuentro interesante,
que revive al llamado Grupo Tula.
Ricardo Baptista, Abraham Mendoza, Cirino Paredes, Felipe Mendoza, que en 1997
lograron ganara la presidencia municipal de Tula de Allende, cuando gobernaba Jesús
Murillo Karam, así fue el encuentro de los progresistas, que se comprometieron no solo a
volverse a reunir, sino volver a la lucha para que Morena retome el camino de la
izquierda.
