Alberto Witvrun.- La protesta como gobernador constitucional de Hidalgo de Julio Menchaca Salazar tuvo características particulares por los coros de fuera PRI y gritos de repudio cuando apareció en las pantallas Francisco Olvera Ruiz y los silencios con Manuel Ángel Núñez Soto seguidos de los “si se pudo” y “Julio transformador” pero sobre todo las porras divididas para Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum que superaron por mucho al es un honor estar con obrador.
Al llegar al recinto Julio Menchaca y saludar a los invitados especiales primero lo hizo con el canciller de México y mientras cruzaban abrazos y algunas palabras parte del graderío estalló en coros de Marcelo presidente y presidente, presidente, pero la gritería no fue unánime la siguiente imagen en la pantalla fue la de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y otro sector coreo presidenta, presidenta.
Quien no recibió respaldo de la gradería fue el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, pero apenas fue enfocado el senador Ricardo Monreal la rechifla fue mayor al fuera PRI, no solo, le insultaron y se impuso en el tendido el grito de traidor, porque no ha dejado de manifestar sus aspiraciones presidenciales, aunque es evidente que no esta en el ánimo del presidente.
Fue esta breve pasarela del proceso adelantado en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) camino a la candidatura presidencial, del histórico relevo de gobierno que representa la transición al primer gobierno de un partido diferente al que dominó la escena política por nueve décadas.
Y mientras el diputado Andrés Caballero se congraciaba con el mandatario la presidenta de la mesa directiva Lisset Marcelino Tovar desentonó porque nadie creyó que la porras a su persona fueron espontáneas más cuando rompieron la solemnidad de la sesión tres ocasiones, cuando los dejos de desorganización atribuidos al personal de seguridad del Congreso empezaban a generar malestar entre los invitados, pero no pasó a mayores.