Alberto Witvrun.- Parece epidemia en los gobiernos municipales, donde las crisis sociales y políticas brotan constantemente por diferentes temas que alteran la vida social, política y económica los
temas son variados van desde el criticado bacheo en Francisco I, Madero pasando por la
oposición en Tlaxcoapan al proyecto del Parque Ecológico de Economía Circular hasta los
temas de seguridad en Tula de Allende y Tepeji hasta el asesinato de Miguel Bahena
Solórzano en Pisaflores.
En Actopan donde el gobierno de hace esfuerzos por mejorar la comunicación, esto
todavía no alcanza para cambiar la percepción de inseguridad e ingobernabilidad reflejada
en la Caminata por la Paz convocada por Vecinos Vigilantes y de ahí pasamos a las
solicitudes de juicios de Procedencia o políticos en contra de la presidenta municipal de
Cardonal y del presidente de Epazoyucan.
Estas crisis también afectan a Mineral de la Reforma donde hay un señalamiento por no
aplicarse todos los recursos y la revancha política en contra de la Síndica Procuradora
Jurídica, mientras en Mineral del Monte hubo la necesidad de nombrar un nuevo jefe
policial y en Ixmiquilpan se trataron de ocultar cambios en el gabinete producto de luchas
intestinas.
Mientras en San Felipe Orizatlán hay inestabilidad por el juicio penal al presidente
municipal y en Jaltocan el tres veces alcalde, empieza a dejar de en el hombre fuerte de la
política por sus imposiciones en la realización de obras que no se socializan y en Zimapán
no se recobra la estabilidad por el caso de las menores abusadas y en otra veintena de
municipios hay problemas de diferente magnitud.
En este escenario llama la atención el caso Tlaxcoapan gobernado por la hermana del
secretario de Gobierno, donde no se socializó el proyecto de economía circular propuesto
por la presidenta Claudia Sheinbaum como parte del rescate ambiental de Tula, lo que
puede complicar un ambicioso proyecto para Hidalgo.
Todo mientras el gobernador atiende directamente la emergencia que dejó Priscila en
Hidalgo con buenos resultados, lo que no sucede en Veracruz, Puebla y San Luis Potosí, lo
que deja la sensación de que no todo su equipo realiza sus responsabilidades con la
misma emoción y compromiso, pero se dan tiempo para el fuego amigo.
