Juan Manuel Pérez. Tizayuca.- Atrincherados con palos, piedras y llantas quemadas, vecinos del fraccionamiento La Cañada impidieron el desalojo por parte de las autoridades.
Tras informarse del desalojo de presuntos invasores del complejo ubicado en el barrio Atempa, los pobladores formaron una barrera en la entrada principal colocando un cerco con llantas quemadas para impedir el paso de los agentes de seguridad.
Por su parte, agentes de la Policía estatal, municipal y la Guardia Nacional se postergaron en el estacionamiento de la tienda Soriana para dar cumplimiento a una orden de desalojo en el predio.
Según informaron, el predio fue invadido hace más de 35 años, por lo que el auténtico dueño demostró los derechos de la propiedad y se inició un proceso judicial.
Los habitantes continúan en la defensa del sitio, mientras los agentes desecharon ejecutar la orden del juez federal y retirar a las personas consideradas como ilegales del asentamiento.