Alberto Witvrun.-La tarde del miércoles empezaron a circular mensajes por WhatsApp a grupos de estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) para desalentarlos a participar en la marcha de protesta por los feminicidios y las desapariciones registradas en las últimas semanas principalmente por el caso de Lorena Berenice, la joven desaparecida el 27 de octubre y encontrada muerta dos días después en Tizayuca.
El argumento es que la autoridad universitaria, léase el presidente de la Fundación Gerardo Sosa Castelán no aprobó esa manifestación, lo que no se entendió que la marcha fue una iniciativa espontánea, sin banderas más que la exigencia de respuesta de las autoridades y el establecimiento de la alerta de género a la que se fueron sumando alumnos de diversas instituciones educativas de educación superior.
El jueves 14, sorprendió a los propios medios de comunicación que minimizaron inicialmente el llamado, que sin acarreos, amenazas o promesas, la concentración alcanzó alrededor de los 2 mil jóvenes, que lograron que las autoridades recibieran a una comisión para entregar el pliego petitorio que fue elaborado durante la propia marcha para exigir seguridad y protocolos efectivos contra desapariciones y feminicidios.
Mientras en la Fundación Universitaria se encendieron las luces ámbar, porque el Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo (CEUEH) no es un instrumento de control del alumnado y el intento por sabotear la marcha resultó contraproducente para el clan universitario, ya que los mensajes intimidatorios lo único que provocaron es que hubiera mensajes exigiendo a las autoridades de la UAEH no utilizar políticamente a la institución y adoptar medidas en contra del acoso y del abuso, así como de la violencia de género.
En un principio en el gobierno estatal, hubo versiones que buscaban culpar al Corporativo Grupo Sosa de impulsar la marcha, mientras en la Fundación Universitaria le buscaban tres pies al gato, tratando de descifrar si hubo mano externa, lo cierto es que el gobierno reaccionó bien al no obstaculizar la marcha y escuchar las demandas a lo que contribuye la detención de los presuntos responsables del feminicidios de Lorena Berenice; mientras en la sede del poder universitario, hay preocupación porque son señales de que están perdiendo el control.