Alberto Witvrun.-El despido de la directora administrativa de la Subsecretaría de Prestación y Servicios de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) despertó especulaciones y conclusiones de todo tipo que no aclara la dependencia y que afectan a la ex funcionaria lo que parece no importarle a nadie, cuando un tema central en la sociedad es la violencia en todas sus formas contra la mujer.
Hace poco, me cuestionaron que menospreciaba la lucha de las mujeres en la Huasteca porque señalé que el responsable político de los buenos resultados del priismo en parte de esa región era un hombre, mensajes directos y la queja en redes sociales a la presidenta estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) no se hicieron esperar.
Hoy no se escuchan esas voces a favor de quien es denostada en columnas periodísticas, donde aseguran que la reunión tuvo lugar en instalaciones de la secretaría, lo que con un poco de indagación comprobarían que no fue así y que la ex funcionaria estaba fuera de su horario de trabajo y el video corresponde a una fiesta privada y no fue producto de un trabajo periodístico, fue tomado de su cuenta de redes sociales por alguien que consiguió su objetivo.
El colmo es que ahora recibe ataques en redes sociales donde hay descalificaciones deleznables y en un medio local de Apan, de donde es originaria calificaron la reunión no de CoviFiesta si no de Porno Fiesta, en fin que se viene dando una desafortunada campaña donde se manifiesta en plenitud la violencia de género, hoy bandera política de muchos y muchas.
No estaría de más que el secretario Alejandro Efraín Herrera Benítez, aclarara esos puntos en el despido; aunque ahora en su favor habrá que reconocerle que la tijera empieza a cortar parejo con el cese del director del Hospital General, por autorizar que vacunaran contra Covid–19 a la dirigente sindical y, si quiere pasar a la historia bien podría revisar la mil y una irregularidades en la Subsecretaría de Administración.