Alberto Witvrun.- No sorprendió a nadie que priistas y ex priistas de la región occidente del estado
acudieran a un encuentro con José Antonio García de Alba, que termino por convertirse
en una reunión plural donde se abordó la problemática política, económica y social de
Hidalgo, en la necesidad de crear una alternativa para el electorado a dos años de un
histórico proceso electoral en 2027, que definirá en buena medida el rumbo de la entidad
que vive un cambio de régimen.
El camino es construir un proyecto que puede tomar un camino partidista o un
movimiento social que impulse candidaturas independientes o una mezcla de ambas para
construir contrapesos y equilibrios al primer gobierno surgido de un instituto político
diferente al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 9 décadas, porque hoy
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no los tiene.
Mientras la cofradía de San Juan Ahuehueco a través de su mayordomo político
desesperadamente trata de recomponer algunos frentes como en Pachuca donde sin
mayor trámite convirtieron en presidenta del Comité Municipal a Edna Geraldina García
Gordillo después de que la salida de Benjamín Rico Moreno le generó un importante vacío
y la pérdida de miles de votos.
En este escenario el PRI vive entre la suma de seguidores a personajes que decidieron
abandonar sus filas ante la imposibilidad de convivir con una dirigencia a la que califican
de nefasta encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas y la resta de su padrón de
militantes que más temprano que tarde también se desafiliaran o darán su voto en 2027 a
opciones diferentes al tricolor.
Rico Moreno, no tarda en anunciar el camino que seguirá fuera del PRI y su activismo
sumarle más simpatizantes restándoselos a su ex partido; que enfrentará una mayor caída
en municipios como Tulancingo, Actopan, Apan, Tepeapulco y Huejutla de Reyes, lo que
seguramente se comprobará el 2027.
