Alberto Witvrun.-Conforme se acerca el relevo constitucional del Poder Ejecutivo de Hidalgo, la dirigencia del Partido Nueva Alianza Hidalgo (Panalh) tras conseguir más de 80 mil votos en las elecciones del 5 de junio marcha tranquila y mantiene su postura ante el gobernador electo Julio Menchaca Salazar de apoyar el proyecto en el que la educación es un rubro prioritario para los hidalguenses.
Fue Nueva Alianza quien no quiso ir en coalición y propuso el esquema de candidatura común, porque era la forma de medir la fuerza de cada uno de los partidos aliados en las urnas electorales independientemente de contribuir al triunfo como sucedió para Juntos Haremos Historia y hacer realidad la alternancia, tras 93 años de dominio de un solo instituto político.
No ir en busca de posiciones, pero mantener el apoyo siempre que se cumplan los programas educativos y los beneficios para el sector magisterial, es una postura ética se considera en la dirigencia, lo que al mismo tiempo da libertad al gobernador electo para decidir la conformación de su gabinete particularmente en el sector educativo donde radica la fuerza más importante de este instituto político.
Su consolidación como partido político estatal con la llegada a su dirigencia de Sergio Hernández Hernández, se da en las pasadas elecciones donde se ubicó como la tercera fuerza en Hidalgo con amplias expectativas para crecer en el corto plazo incluso con la posibilidad de competir con candidatos propios en las próximas elecciones estatales y municipales.
En tanto transcurre el proceso electoral para renovar comité en la Sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en el que todo indica por lo observado en el inicio de la etapa proselitista que la balanza se inclina a favor de la Planilla Blanca que encabeza Said Vargas Saenz.