Alberto Witvrun.- La renuncia de ochos diputados locales que incluyó al presidente y una veintena de
funcionarios del Comité Directivo Estatal (CDE) sumió, en la más grave crisis sufrida por el
Partido Revolucionario Institucional (PRI) y dejó al descubierto la vieja práctica para
eliminar o nulificar adversarios internos, para ocupar cargos partidistas o de elección
popular.
El caso de Yareli Melo Rodríguez que denunció la borraron del padrón priista y le
desaparecieron 27 años de militancia, descubrió que el “rasurado” es forma de sacudirse a
enemigos, pero esto no es exclusivo de la dirigencia nacional también la aplicaba la
dirigencia estatal y no de manera reciente.
Luego de la separación de los legisladores se filtraron nombres de ex funcionarios
gubernamentales y de partido que supuestamente renunciaron; los primeros
sorprendidos fueron ellos, ya que están impedidos de renunciar porque varios de ellos
tienen alrededor de tres años que no aparecen en el padrón de militantes.
Incluso solicitaron información al Instituto Nacional Electoral (INE) y no aparecen en el
padrón priista; fueron “rasurados” no obstante cumplir con requisitos, trabajo, trayectoria
y cuotas, para evitarles competir por un cargo partidista o bien de ser postulados a uno de
elección popular.
Nombres representativos que se buscaron en el padrón del PRI y no aparecen: Onésimo
Serrano González, diputado local en la 61 Legislatura y ex secretario general de la Liga de
Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos; David Hernández Madrid, secretario
general del Comité Directivo Estatal en 2011 durante la presidencia de Geraldina García
Gordillo y ex secretario de Agricultura.
En esta lista que suman más de dos centenares se encuentra José Alberto Chávez
Mendoza titular del Instituto Hidalguense del Deporte y subdirector de la Comisión
Nacional del Deporte (Conade) de 2013 a 2015 y posteriormente delegado de Profeco en
Hidalgo a quien se le atribuye haber renunciado después de los diputados, cuando tiene
tres años que no aparece en el padrón priista.
Así de lo que se queja Yarely Melo, de la dirigencia nacional, es práctica que aplicó el PRI
de Omar Fayad a un sinnúmero de militantes incómodos para impedir interfirieran con su
particular manejo del partido, así personajes que se dice acaban de renunciar, no lo
hicieron porque la dirigencia priista que se fue lo había “expulsado” al “rasurarlos” del
padrón.
