Alberto Witvrun.-La precampaña de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) camina virtud a las estructuras generadas por el equipo de Julio Menchaca Salazar, que desde su confirmación enfrentó resistencias de quienes apoyaban las aspiraciones de Francisco Xavier Berganza Escorza y los autollamados fundadores que hacían lo propio con las de Abraham Mendoza Zenteno.
La queja es que el equipo de campaña desplaza a los verdaderos morenistas, lo que no se dice es que no había con quien hacer equipo y que la dirigencia formal operó para Berganza Escorza, tanto que 17 consejeros políticos le dieron su voto esperando que fuera suficiente para ponerlo en el ánimo de la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) a sabiendas de que por sus antecedentes no sería contemplado en el proceso.
Mientras las huestes que impulsaban a Mendoza Zenteno que ya se tomó la foto con el precandidato, buscan sacar el mejor provecho a cambio de su apoyo y si bien Morena tiene ventaja, la contienda no está definida y dificultan el proselitismo, para muestra un botón: la diputada local Lisset Marcelino Tovar y su Alianza Patriótica, dicen que, si se suman, pero no dice cuándo.
Otros como el Clan Universitario le apuestan a recuperar fuerza a través de su franquicia el Partido del Trabajo (PT), pero no se ve su apoyo, porque parece lo dividirán entre el virtual candidato de Morena y él por ahora precandidato paisano de los hermanos Gerardo y Damián Sosa Castelán, que sin alterar sus viejas estrategias jugarán a dos cartas.
Aun así la fase de precampaña de Julio Menchaca, registra una intensa actividad bien dirigida y la operación política del delegado César Cravioto Romero ofrece resultados positivos, pero deben seguir sumando y venciendo las resistencias.