Alberto Witvrun.-Originario de Ajacuba, avecindado en Zempoala el historiador Manuel Arellano Zavaleta falleció a los 90 años de fructífera trayectoria; fue director del Diario Oficial de la Federación por muchos años, hasta que Adolfo Lugo Verduzco lo invitó a incorporarse a su gobierno como titular de los Servicios Educativos a Descentralizar que pasaron a ser el Instituto Hidalguense de Educación hoy Secretaría de Educación de Hidalgo (SEPH).
Arellano Zavaleta acucioso biógrafo de Francisco I. Madero, como personaje histórico y de su vida privada abarcó en sus investigaciones la pasión por el espiritismo de Madero; poseía una cultura amplia y era un rigoroso estudioso de la historia de México pero sobre todo fue un honesto servidor público, además de excelente conversador de trato amable.
En 1990, publiqué en esta columna la denuncia de dos profesores que acusaban a Ramón Flores Reyes y a sus colaboradores en la Secretaría de Organización de la Sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que encabezaba Romeo Pérez Martínez, de vender plazas coludidos con funcionarios del sector; por ello Arellano Zavaleta pidió entrevistarnos.
La reunión tuvo lugar en un privado del entonces hotel Calinda donde me solicitó conocer a los denunciantes cuyos nombres me había reservado, luego de hablar con ellos aceptaron acudir a la cita, al presentarle las pruebas, ordenó que les emitieran sus órdenes de presentación (plazas) y cesó a dos funcionarios, entonces me pidió que ese pasaje no fuera mencionado para no afectar a los profesores, uno de ellos originario de Tepatepec.
La denuncia tuvo efectos políticos, 24 horas después el secretario general de la Sección XV Romeo Pérez Martínez ofreció una conferencia de prensa para defender a Ramón Flores Reyes quien se perfilaba para sucederlo en el cargo en el congreso que se efectuaría en enero de 1991, pero nadie esperaba que Elba Esther Gordillo Morales decidiera adelantar los congresos seccionales en varios estados, incluyendo Hidalgo.
Así que la candidatura de Flores Reyes no fue aprobada la venta de plazas lo descalificó y en noviembre de 1990, surgió como secretario general de la Sección XV del SNTE, Miguel Ángel Islas Chío, registrándose un reacomodo en las expresiones políticas al interior del magisterio hidalguense, surgiendo nuevas corrientes que cancelaron a varias que tenían sus orígenes en la ya desaparecida Vanguardia Revolucionaria.
Así era Manuel Arellano Zavaleta, un hombre inteligente que sin estridencias se desempeñó con eficacia en la administración pública; así nació también una relación amistosa que se fortaleció en muchas reuniones de café; después de una pausa nos volvimos a encontrar en Guanajuato, en donde fue delegado de Sedesol.
El Financiero periódico para el que trabajé por 27 años me asignó para cubrir la renuncia de Vicente Fox al gobierno guanajuatense, la elección de +Ramón Martín Huerta como sustituto y las elecciones federales y estatales del 2000, lo que permitió muchas tardes de largas conversaciones en un restaurante frente al Teatro Juárez, luego los encuentro se hicieron esporádicos. Hidalgo y México, con su muerte pierden a un excelente historiador y a un mejor ser humano.