Para evitar que ciudadanos sean víctimas de engaños y extorsiones telefónicos, el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo emitió una serie de recomendaciones a través de
Jorge Iglesias, encargado de Productividad, Evaluación y Desempeño.
Por ello alertó que quienes realizan llamadas de extorsión, tratan de producir ataques psicológicos para tomar por sorpresa a las personas, y así obtener algún tipo de información o dinero, con engaños como que familiares o ellos mismos se encuentran en problemas.
Bajo este contexto, sugirió a la ciudadanía no contestar números desconocidos, y en caso de hacerlo, al momento de escuchar que se menciona algún nombre de un supuesto grupo criminal o amenazas, colgar inmediatamente y por ningún motivo proporcionar información personal o familiar.
Es importante evitar aislarse, además de no seguir las indicaciones de los extorsionadores, sino por el contrario, hacer del conocimiento de sus familiares que está siendo objeto de una extorsión y hacer la denuncia ante las autoridades correspondientes al 089 y/o ante el Ministerio Público.
Los delincuentes que operan mediante este tipo de llamadas telefónicas amenazan a quien contesta, indicando que está siendo vigilado, cerca de su domicilio, obligándolo a que se traslade a diversos lugares sin dar aviso a sus familiares, evitando a toda costa el contacto entre conocidos, lo cual genera psicosis.
Esta condición es aprovechada por los criminales para obligar a la víctima a depositar una cantidad de dinero en tiendas de autoservicio y/o en cajas de envío de dinero.
Iglesias citó como ejemplo, que hace unos días en el municipio de Apan una persona recibió una llamada que pudo ser grabada, en la que el individuo amenazaba a su víctima como presunto integrante de un grupo criminal y en la que solicitaba dinero en efectivo “a cambio de su tranquilidad“.
“Se logró identificar, como parte de labores de inteligencia, que la llamada provenía de la Ciudad de México, desde el interior de un penal”, reiterando que este tipo de llamadas no son reales.
Por Juan Manuel Pérez