Alberto Witvrun.-En la incertidumbre se encuentran los 70 consejeros electos de Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena) dada la opacidad con la que se maneja la Comisión
Nacional de Elecciones (CNE) que mantiene en reserva los resultados oficiales y el número
de impugnaciones por prácticas antidemocráticas el 30 de julio.
Anunciado el congreso para el 27 y 28 de agosto, el temor de quienes lograron las
primeras posiciones es que los “bajen” conforme lo dijo el presidente nacional Mario
Delgado Carrillo, pero sobre todo de quienes utilizaron voto corporativo como presidentes
municipales y el Clan de Gerardo Sosa Castelán, que logró alrededor de 12 posiciones.
Entre 10 y 15 consejeros serán sustituidos, aunque método y criterios no están claros, de
lo que no hay duda es que tendrán que solicitar la opinión del gobernador electo Julio
Menchaca Salazar que pese al respeto que tuvo sobre el proceso no es ajeno, ya que el
partido es importante para su proyecto y es necesario opere con institucionalidad y no
caiga en manos de cabilas.
Morena en Hidalgo es masa amorfa por disputas intestinas y la carencia desde 2018 de
una dirigencia legal con autoridad moral, tanto que hubo grupos que operaron en contra
de la campaña para gobernador de Julio Menchaca o no lo respaldaron para llevarle más
votos, aunque los que logró fueron suficientes y ahora reclaman o pelean espacios sin
merecerlos.
Los días pasan y no puede darse un conflicto mayor en el congreso morenista del fin de
semana cuándo está cerca el inicio del histórico gobierno que iniciará el 5 de septiembre
con un respaldo popular sin precedente que se reflejó en las urnas el 5 de junio que se
tradujo en un triunfo por una diferencia de 350 mil votos y aplicó el 2 a 1.
