Alberto Witvrun.- Personaje que forma parte del paisaje del jardín de La Floresta, la que se domina desde su
oficina en los altos de la NQ, le recuerdo jugando dominó apostando cacahuates o
pistaches y su infaltable “Hola cara de bola”, siempre afable, bromista de buen humor, no
le recuerdo enojado y fueron varias veces que nuestras actividades profesional y
empresarial se cruzaron.
En los ochentas cuando creo la radio estatal en los noventas cuando me invitó a dirigir los
noticieros de la XENQ, donde convivimos en entrevistas matutinas los miércoles con otro
personaje del periodismo: Don Carlos Sevilla y Solorzano, lo que para mí fue inolvidable
experiencia.
Más tarde nos volvimos a encontrar el cómo director general de Radio y Televisión de
Hidalgo, yo director de Noticias del mismo sistema, fue una buena etapa de vida
profesional poder hacer periodismo en los medios del gobierno con independencia y
respeto de mi jefe inmediato y del gobernador Jesús Murillo Karam.
En los años recientes junto con Carlos Camacho González, nos abrió el espacio en la NQ
para sin censura alguna tener el programa Los Periodistas en Vía Libre, que concluyó por
pandemia, sin ninguna otra causa de por medio, lo que fortaleció la relación amistosa y el
respeto mutuo.
Por ello desde este espacio me sumo al homenaje que este viernes le harán en su tierra
Tulancingo, aunque nació en 1942 en San Luis Potosí y paso su niñez y juventud en Poza
Rica, desde donde llegó después de importante trayectoria como locutor y comunicador a
esta ciudad ex tejocotera, para adquirir asumir la dirección de la XENQ el 1 de mayo de
1975, 25 años después de haber sido fundada el 12 de diciembre de 1955 por Narciso Solís
Huerta.
Su legado, incluyen las 12 estaciones permisionadas que aún no se sabe si por estupidez o
perversidad fueron revocadas al gobierno del estado, ni que decir de su trayectoria en los
medios electrónicos como locutor, actividad que abrazó en Poza Rica, joven muy joven
apenas a los 17 años. Yo me quedo con bonhomía y la vieja anécdota de que cuando nos
reuníamos parecíamos logotipo del Sol Azteca (PRD) por lo de negro y amarillo.
