Oliver García.- Cipriano Charrez Pedraza, diputado federal desaforado, aseguró que ha recibido “tortura física y psicológica” durante su estancia en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca, donde enfrenta dos procesos penales, por su presunta relación en un homicidio culposo el 6 de octubre, derivado de un accidente vial, y por supuesta tentativa de homicidio señalada por su hermano Pascual Charrez.
En una carta publicada en redes, el morenista, quien se autodenomina “preso político”, aseguró que ha sido víctima de cateos por parte de las autoridades, con robo de objetos personales y dinero.
“Me han enclaustrado y aislado en un espacio de 2 metros cuadrados, sin salir y a veces sin comer días enteros. No dejan pasar la comida que me llevan, no dejan que hable con mis abogados de forma libre, ya que hay cámaras que escuchan y graban lo que hablamos, Es decir, hay represión cada vez que publico algún mensaje”, señala.
El documento de su puño y letra sostiene que respaldó su desafuero, ocurrido el 23 de abril de 2019 en la Cámara de Diputados, porque creyó que prevalecerían los principios de legalidad en el proceso comicial.
“Denuncio que he sufrido las tropelías de un gobierno opresor y de jueces injustos”, menciona el legislador, quien fue aprehendido el 20 de septiembre del año pasado en la Ciudad de México.