Con la urgencia que impone un año lleno de golpes deportivos, el Pachuca dio el primer paso hacia su reestructuración al definir la fecha de regreso del plantel y asegurar la continuidad del técnico Esteban Solari, pieza central en el nuevo plan del club.
El conjunto hidalguense regresará a los trabajos el próximo 12 de diciembre, apenas unas semanas después del cierre del torneo anterior. El calendario reducido confirma la necesidad del club de recuperar identidad y competitividad en apenas un mes previo al arranque del Clausura 2026.
La directiva otorgó plena confianza a Esteban Solari, quien permanecerá en el banquillo bajo un nuevo contrato semestral. El estratega argentino, que asumió el mando en medio de un contexto adverso, quien tendrá ahora la oportunidad de moldear el proyecto desde su origen, con la libertad de diseñar un modelo de juego y una base de futbolistas que se ajuste a esa idea.
Dentro de las primeras tareas se encuentra un análisis a fondo del plantel. El cuerpo técnico revisará caso por caso para definir quiénes seguirán y qué posiciones requieren refuerzos inmediatos. La consigna es clara: corregir errores, elevar el rendimiento colectivo y evitar que se repitan las inconsistencias que marcaron el 2025.
La pretemporada incluirá sesiones físicas exigentes, pruebas médicas y trabajo táctico intensivo, buscando que el equipo llegue con ritmo, solidez y claridad en su funcionamiento antes de que ruede el balón.
Con una agenda comprimida, pero una ruta definida, el Pachuca intenta transformar la inestabilidad del último año en una oportunidad de reinvención, confiando en que el 2026 marque el resurgimiento de un club que necesita recuperar protagonismo.
