Alberto Witvrun.-Lo conocí hace cuatro décadas llegó a Pachuca para hacerse cargo del proyecto de El Sol del Campo un semanario de circulación nacional que impulsaba el director de El Sol de Hidalgo, +Fausto Marín Tamayo, lo acompañaba +Don Fernando Moreno Correa y Rodolfo El Gato un reportero gráfico, para entonces, los tres venían de Puebla.
Don Carlos Sevilla desde el primer saludo se distinguió por su amabilidad y buen trato, sin distingo alguno era lo mismo con reporteros, personal administrativo que con quienes trabajábamos en talleres y hacíamos nuestros primeros pininos en la actividad reporteril, guiados por El Jefe Antonio Santos Mendoza El Pony, jefe de redacción y expertos de deportes.
El Sol del Campo poco tiempo después fue cancelado, entonces Don Fausto Marín los nombró subdirector a Don Carlos Sevilla de El Sol de Hidalgo y a +Don Fernando Moreno de El Sol de Tulancingo, pronto se sintió la mano de ambos, su profesionalismo se reflejó en ambos medios y se brindó oportunidad a nueva generación de reporteros que fuimos enviados a diferentes secciones.
En mi caso me asignaron a la deportiva de El Sol de Tulancingo donde tuve siempre el apoyo de +Don Fernando Moreno y en especial de +Martín Loaiza Ortega mientras en Pachuca conté con el respaldo de Francisco Lozada Sánchez, sin duda un experto del periodismo deportivo, pero el extra era el trato directo con Don Carlos Sevilla que siempre enseñaba, corregía y orientaba sin alterarse ante los yerros de los noveles reporteros.
Salí de las filas de El Sol de Hidalgo, pero el contacto nunca se perdió y cuando había oportunidad siempre había el consejo de quien tenía el reconocimiento por haber ganado un premio por el reportaje de Canoa, también por darle otro sentido editorial a El Sol de Hidalgo con nuevas secciones, entrevistas y dedicándole espacio a la cultura donde tenía un seudónimo.
Versatilidad que combinada con su bonhomía o hacían un personaje, un maestro del periodismo de lo que he podido disfrutar cada vez que nos encontramos, hoy ya no tanto por la emergencia sanitaria, su tránsito por el periodismo lo llevó a Puebla un par de veces para trabajar en radio y luego al diario Nueva Era, pero regresó a Pachuca a El Sol, al que dirigió acertadamente.
Hoy sigue haciendo periodismo y, lo mejor es que es reconocido por las nuevas generaciones, así en la IV Edición de La Semana del Periodismo le fue reconocida su trayectoria y recién me entero que en Puebla pronto se abrirá un biblioteca que llevará su nombre el mismo que está en la historia del periodismo de Hidalgo, por su veracidad y profesionalismo, pero sobre todo porque es un ser humano excepcional al que en lo estrictamente personal, siempre le estaré agradecido.