Alberto Witvrun.-Con cifras de contagios y letalidad más elevados por Covid 19 que tienen alarmada y temerosa a parte de la población, desafortunadamente no a toda, aparece la polémica por los primeros lotes de vacuna y la cuestionada estrategia de vacunación y la renuncia de la doctora Miriam Veras Godoy, apareció la oferta en redes para adquirir la inoculación de la farmacéutica Moderna
Ahora se agrega el contagio del presidente Andrés Manuel López Obrador que aviva la polémica, pero que puede servir para que un sector de la población que se resiste, utilice el cubre bocas y adopte las medidas de higiene y sana distancia, que no lo hace porque veía al mandatario no atender estas recomendaciones y mantener una actividad prácticamente normal.
Antes , apenas se conoció que se estaba comercializando la vacuna, la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) lanzó un comunicado para advertir que no estaba permitida, pero eso no detuvo a los “importadores” que ofrecen el frasco para diez vacunas a 15 mil pesos es decir que con el refuerzo el costo total es de 30 mil pesos, quien la adquiera estará pagando 3 mil pesos por persona
El temor a contagiarse, más cuando se conocen casos cercanos y en las redes crece el número de condolencias a familiares y amigos de quienes han fallecido por la pandemia está ocasionando que muchas personas acudan a esta alternativa, provocada por la incapacidad del gobierno federal para establecer un programa adecuado de vacunación, porque hasta ahora su manejo ha sido con fines electoreros.
Al utilizar a los Servidores de la Nación que es el ejército promotor del voto de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las brigadas de vacunación donde sólo dos personas son del sector salud y seis hacen propaganda política, junto con las contradictorias informaciones sobre porque se pospuso la llegada de los siguientes lotes de Pfizer, facilitan el ilícito negocio de venta de vacunas de Moderna.
La decisión presidencial de permitir que los gobiernos estatales y empresas privadas puedan adquirir vacunas, pese a la opinión contraria del subsecretario Hugo López Gatell, no es producto de un razonamiento para alcanzar mayor cobertura de inoculación en el menor tiempo, más bien es tratar de cubrir la incapacidad y opacidad en la compra de fármaco, porque las versiones señalan que hay “ganso encerrado”.
Lo lamentable es que hay voces que cuestionan la apertura para la adquisición de vacunas porque los gobiernos estatales le pueden dar uso político (el gobierno federal ya lo hace) y las empresas se “enriquecerán” a costa de la población y se atreven a decir que esto permitirá que sean las clases con posibilidad económica las primeras en inocularse contra este mortal virus.
Cuando con una normatividad adecuada, donde se fijen precios y métodos, para conocer con certeza el listado de inoculados, quien pueda adquirir su vacuna que lo haga y el gobierno dedicar sus esfuerzos a las clases menos favorecidas, lo que representaría mayor cobertura y el freno de la pandemia, también se reducirá la posibilidad de sacar provecho político electoral de la vacunación.
Lo que Morena viene haciendo en su propaganda, por cierto en este rubro sería interesante conocer cuántas vacunas adquirió el gobierno federal con la aportación de la mitad de las prerrogativas que cedió este partido político para este fin, porque parece que ni así alcanzó para comprar las que se necesitan en el país.