Alberto Witvrun.-Creado en 1979 cuando era director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Ignacio Ovalle Fernández el programa IMSS–Coplamar tenía como propósito extender a la población rural los servicios de salud, conforme llegaron otros gobiernos solo cambio de nombre a Solidaridad, Oportunidades, Prospera, pero siempre con la misma cobertura en beneficio de habitantes de miles de comunidades.
Pero desde hace dos años con el cambio a Bienestar y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) las cosas cambiaron, un importante número de estas clínicas presentan serias deficiencias en el servicio lo que causa malestar como Puente de Doria en el municipio de Huasca de Ocampo, donde varias comunidades ya se organizan para llevar a cabo acciones de protesta.
Esta clínica que brindaba atención y medicamentos a alrededor de cinco mil personas que viven en Tlaxocoyucan, San José Cacaloapan, San Miguel Cacoalapan, Río Seco y Puente de Doria, ya no tienen personal médico permanente y cuando ofrecen consulta, ya no entregan medicamentos porque les dicen que los proporcionaba el Seguro Popular y al crearse el Insabi este beneficio se terminó.
Ahora tienen que trasladarse a Atotonilco El Grande o Huasca de Ocampo, para ser atendidos con prontitud, lo que impacta en forma negativa doblemente en su economía porque además del traslado tienen que comprar el medicamento, porque el Insabi sigue sin funcionar, situación que se repite en otras de las inicialmente llamadas clínicas IMSS-Coplamar en perjuicio de la población que recibió beneficios por 40 años.
Las quejas tanto al IMSS como a la delegación de la Secretaría de Bienestar luego de dos años no tienen respuesta, la queja es que nadie los escucha y menos dan respuesta, solo les dicen que turnarán sus solicitudes, las que confirman que el IMSS no funciona como antes y que la sustitución del Seguro Popular por el Insabi es un fracaso del gobierno federal que daña la salud de los que menos tienen.