Liliana Meneses cumplió su primer año al frente de la asociación de softbol y beisbol 5 en Hidalgo, un periodo marcado más por la gestión que por la competencia, pero necesario para sentar las bases del proyecto.
El balance, reconoce, pasa por entender el funcionamiento administrativo del deporte. Altas oficiales, registros, visitas institucionales y reordenamientos internos ocuparon gran parte del camino.
“Pues vamos a acabar el año y cumplimos el 14 de diciembre un año como asociación. Prácticamente fue un año de mucho aprendizaje, porque este papeleo es darnos de alta en todos lados”, explicó.
Ese trabajo abrió la puerta a uno de los pasos clave: la entrega del Plan Operativo Anual (POA) al Instituto del Deporte, documento que puede marcar el inicio de un respaldo económico para fortalecer ambas disciplinas.
Meneses es clara en ese punto: sin recursos, el crecimiento se vuelve limitado. “Entregamos nuestro POA al instituto y con eso pues esperemos ya tener un poquito más de apoyo… entonces esperemos que tengamos más niños y niñas que quieran practicar el softbol y el beisbol 5”.
La prioridad, insiste, está en el desarrollo infantil. Con ese enfoque, la agenda para 2026 ya contempla salidas competitivas que permitan fogueo real. “En febrero, el béisbol 5 va a una Copa a Ciudad de México y softbol va ir a la Copa Charros en Jalisco. Nos vamos a enfocar mucho en las niñas y niños este año que viene”.
La infraestructura sigue siendo un desafío, la pérdida y recuperación de espacios ha obligado a reorganizar entrenamientos, aunque hoy se vuelve a trabajar en sedes clave como Santa Julia y la unidad deportiva de Pachuca. “Seguimos ocupando Santa Julia… aquí, en la unidad, ya hubo un mejor acuerdo y estamos trabajando en la remodelación del campo”.
Con una estrategia descentralizada y un proyecto aún en construcción, Liliana Meneses cierra su primer ciclo entendiendo que el verdadero crecimiento del softbol en Hidalgo será a largo plazo y desde la base.
