Alberto Witvrun.- Resulta que el Señor del Zapato como se le conoce al presidente municipal de San Agustín
Tlaxiaca Arturo Belem Hernández Máximo, no es la primera vez que amedrentando se
apodera de grandes superficies del territorio que gobierna como lo intenta con 8
hectáreas adquiridas por un particular en subasta del Instituto para Devolverle al Pueblo
lo Robado, en sus alforjas carga una larga lista de abusos.
Lo acusa de haberse apoderado de ocho hectáreas en Benito Juárez que adquirió el
gobierno de Mauro López Pacheco para el basurero municipal y que ahora están a nombre
de uno de sus sobrinos, lo mismo hizo con los locales del mercado Manuel Ángel Núñez,
donde una de sus sobrinas tiene una tienda de abarrotes.
No sólo pavimentó la calle de Durango en el barrio de Mexiquito para beneficiar sus
terrenos y la casa de su sobrino, utilizó maquinaria en la administración 2012 – 2016 para
desmontar terrenos en su rancho Los Garambullos y aprovechando su nuevo paso por el
gobierno municipal no paga permisos de cambio de uso de suelo ni estudios de impacto
ambiental en las naves que construye en esta municipalidad.
También tiene pendientes la aclaración de a donde fueron a parar los recursos de la planta
de tratamiento de agua residual proyectada para El Huizache, que nunca se construyó,
además de otros terrenos frente a la sede de su fundación, de esta larga lista de que se le
acusa dice que lo único donde topó con pared fue cuando el profesor Tomás García Cerón
impidió que se apoderará del terreno para la escuela primaria.
Todo auspiciado por los gobiernos priistas que veían en él al hombre de poder económico
que les hizo con una excepción mantener el ayuntamiento de este municipio conurbado y
por lo un importante sector de San Agustín Tlaxiaca piden investigaciones a fondo para
frenar los excesos de Hernández Máximo, porque el reciente caso denunciado por un
particular a quien presiona para que le venda una superficie de ocho hectáreas a menos
de su valor catastral, no es un hecho aislado.
