Miguel Á. Martínez. Tula – Tepetitlán. Luego de que este lunes la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), informara sobre la reaprehensión de José Artemio Maldonado Mejía El Michoacano, quien se fugó del Centro de Readaptación Social de Tula (Ceroso) el pasado 1 de diciembre, habitantes de la demarcación se dijeron temerosos de que se desate una nueva ola de violencia en la región suroccidente de la entidad.
Los pobladores, que prefirieron el anonimato por temor a represalias del crimen organizado, aseguraron que, días antes de la evasión del líder de Pueblos Unidos, se desató una ola de violencia que sospechan fue de parte de la delincuencia de alto impacto como protesta por el aseguramiento del capo a finales de noviembre de 2021 en el Estado de México.
La madrugada de la fuga, se hicieron explotar dos autos bomba en diferentes puntos de la ciudad, uno frente al Hospital General de Tula y uno más en la carretera Tula – Michimaloya, a la altura de la subida hacia la comunidad de La Malinche. Un vehículo más con explosivos, pero que no estalló fue situado sobre la carretera Tula – Refinería a unos metros de la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos-
De esta manera, los residentes temen que se vuelva a repetir una ola de violencia como la previa al escape del líder de la célula delictiva.
De hecho, un informante, sostuvo que la ola de inseguridad y violencia ya comenzó la madrugada de este lunes en que fue un presunto líder huachicolero de Tula fue asesinado en la localidad de Santa Ana Ahuehuepan.
El hoy occiso fue ultimado de incontables disparos de arma de fuego en la cabeza, por lo que temió que se avecine una nueva ola de asesinatos en la zona, similar a la que se vivió a mediados de 2021, cuando fueron localizados al menos 4 cuerpos desmembrados en el polígono conformado por Santa Ana y las comunidades de General Anaya y La Loma de Tepetitlán.