Tula de Allende.- A partir de este lunes, establecimientos con el giro de restaurant-bar, centros botaneros y cantabares comenzarán a ser visitados por autoridades sanitarias y del ayuntamiento de Tula a fin de determinar de manera conjunta con sus propietarios cuáles son las medidas a seguir para la reapertura cuando el semáforo de contagios de SARS-CoV-2, cambie de rojo a naranja.
En una reunión reciente entre las partes implicadas se acordó que, este 6 de julio comenzarán las inspecciones para que los microempresarios pongan todo lo necesario “a la mano” para que nuevamente puedan subir sus cortinas.
Cabe resaltar que a este acuerdo se llegó después de que, previamente, los dueños de giros rojos dijeran que ya no aguantaban las pérdidas económicas que les han traído 3 meses de cierre como consecuencia de la pandemia por coronavirus y que incluso aseguraran: “muchos vamos a desaparecer”.
Además, habrían dicho que decenas de familias que dependían del negocio se han ido a la ruina por falta de ingresos: “no somos los microempresarios solamente, son decenas de empleados que teníamos, meseros, cocineros, gente de seguridad, personal de barra, entre otros”.
Dijeron que su desesperación es tal, que, de continuar así, van a tener que desoír a las autoridades de los tres niveles de gobierno, “y aperturar sus negocios a la brava, con todas las implicaciones negativas que esto conlleve”.
También se quejaron de que del gobierno no han recibido ningún apoyo económico o alimentario para poder sortear la pandemia, por ello pidieron que las autoridades los dejen trabajar de una vez por todas, para así poder generar sus propios ingresos y ayudar también a la economía de cientos de familias.
Por Miguel Á. Martínez