Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Siguen sin corregir por parte del gobierno municipal de Tula las deficiencias de infraestructura respecto a las rampas para personas con discapacidad (PCD) de la calle 5 de Febrero del centro de la ciudad, que fueron observadas hace poco más de un mes en sesión de Cabildo.
La renovación del concreto de la arteria vehicular fue responsabilidad del gobierno del estado, pero el municipio se hizo cargo de la construcción de guarniciones y banquetas, que presentaron inconsistencias desde un principio, pues carecen de infraestructura para grupos vulnerables.
No se pusieron barandales de asistencia para personas en sillas de ruedas o con muletas, además, las banquetas y rampas son demasiado reducidas para uso de herramientas para el traslado de personas que padecen de algún impedimento de movilidad.
Los desperfectos más graves de la obra de guarniciones y banquetas, que tuvieron un costo de 3.2 millones de pesos, se da en las rampas para PCD, ya que al menos el 90 por ciento de ellas no cumplen con el grado de inclinación, según la normatividad vigente en el país; también tienen una especie de tope de al menos 3 centímetros, que impiden subir o bajar de manera segura las sillas de ruedas.
Por si fuera poco, a través de un video grabado por una persona con discapacidad, Ivonne Ponce mostró la presencia de postes y maceteros casi en medio de las rampas que aún permanecen sin ninguna acción correctiva por parte del municipio, a pesar de tener más de un mes que el caso se hizo público.
Por otra parte, cabe resaltar que la arteria “insignia” del gobierno de Cristhian Evanivaldo Martínez Reséndiz, ya presenta fracturas en rampas para automóviles frente a domicilios particulares.