Alberto Witvrun.- Para justificar los excesos que comete Carolina Viggiano Austria por encima de estatutos y
diplomacia política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) su esposo, el diputado
federal Rubén Moreira Valdez ex gobernador de Coahuila está dedicado a “recuperar” al
priismo hidalguense culpando al ex gobernador Omar Fayad Meneses, victimizando a
Gerardo Sosa Castelán y argumentando apertura con las postulaciones de Benjamín Rico
Moreno y José Antonio Rojo García de Alba.
Candidaturas que no son concesiones, menos producto de la vocación democrática del
grupo que se apoderó del PRI, la posición tres en la lista de candidatos a diputados locales
por el principio de representación proporcional para José Antonio Rojo, se fraguó junto
con su nominación como delegado en Hidalgo de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez
Ruiz y, no fue bien vista por Viggiano Austria.
Sobre Benjamín Rico, sobra decir que nadie en su sano juicio podía disputarle la
candidatura a presidente municipal de Pachuca en Fuerza y Corazón por México, el
posicionamiento logrado tras largos cinco años de trabajo en Pachuca, se la dieron de
manera natural, esto y lo que sucede en una decena de municipios, concluyen que en
Hidalgo, no sólo existe el PRI de Carolina Viggiano.
Así que, de registrarse algunos triunfos municipales, estos no serán producto del trabajo
de la dirigencia estatal, menos de los acuerdos con grupos facticos como el de Gerardo
Sosa Castelán a quien Moreira Valdez se ha dedicado a victimizar mediante una campaña
en redes sociales, estos de conseguirse se deberán a esfuerzos locales, porque no reciben
apoyo, no reconocen el liderazgo del mayordomo de la residencia oficial de Colosio y
menos cumplieron compromisos, como en Tulancingo.
Así el panorama del PRI viggianista, empieza a oscurecerse cada vez más, porque no cesan
las inconformidades por el acaparamiento de las cada vez menos posiciones para el
primer círculo de la secretaria general, cuya venganza en contra de quienes considera sus
enemigos sigue simultáneamente demoliendo los cimientos de lo que queda del tricolor,
además de que su su estrategia proselitista en redes sociales, fracasa.
