Alberto Witvrun.- La querella política de la familia priista de Hidalgo agudizada por la lucha de las consejerías
nacionales se amplió a otros actores que son activos del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) que cada quien a su estilo refutan la forma en que se le ha involucrado
en la confrontación entre Carolina Viggiano Austria y Omar Fayad Meneses.
Sin estridencias Jorge Márquez Alvarado presidente municipal de Tulancingo de Bravo,
mostró su extrañamiento al ser mencionado en este conflicto porque aclara, no es
consejero político nacional, pero su decisión es permanecer en el PRI y hacer lo que esté a
su alcance para su recuperación en los próximos procesos electorales “ese pleito no es
mío” pero está dispuesto a intermediar.
Quien fue enérgico es Benjamín Rico Moreno y dice no estar dispuesto a que le digan que
entra por puertas traseras y menos que le califiquen de traidor y hace valer su actitud
institucional la que se puso a prueba cuando le arrebataron la candidatura a presidente
municipal de Pachuca, aceptó la suplencia e hizo su parte para recuperar el ayuntamiento
capitalino.
Todo a raíz de las declaraciones del ex gobernador Omar Fayad Meneses luego de que la
dirigencia nacional priista desconoció los procesos para consejeros nacionales que
favorecieron a cuadros cercanos y leales al ex mandatario que originó se interpusiera un
recurso ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por violación
a los derechos políticos de los afectados.
Así se transita en el ex hegemónico instituto político donde la AntroPRIfagia genera
mordidas, tarascadas y hasta pellizcos entre los personajes que forman parte de la cúpula
tricolor, que requiere de toda la habilidad conciliadora del dirigente estatal para conseguir
equilibrios como ya se lo pidió Rico Moreno, para lograr acuerdos entre presidentes de
comité municipales y definir el rumbo.
