Con 301 votos de diferencia, el consejo electoral de Tulancingo revirtió los resultados que daban el triunfo a Damián Sosa Castelán, de Morena, y otorgó la constancia de mayoría al priista Jorge Márquez Alvarado; el primero contabilizó 15 mil 199 y el segundo 15 mil 500 sufragios.
Originalmente los resultados preliminares reflejaron 15 mil 398 para la candidatura común de Morena, Encuentro Social, PT y el Partido Verde, contra 14 mil 543 para el tricolor, es decir una diferencia de 855. El primero bajó 199 y el segundo subió 457. Al final del cómputo 2 mil 273 votos fueron declarados nulos, es decir 559 más que los mil 714 del conteo preliminar.
Tras recibir la constancia, Márquez, quien gobernaría por segunda vez el municipio, llamó en redes a todos los actores políticos a la “prudencia” y la “conciliación”, para trabajar en unidad a favor de la demarcación.
“No caigamos en división ni en descalificaciones, Tulancingo es uno solo y nuestra gente merece un ambiente de armonía y tranquilidad después de estos duros comicios locales”.
Por su parte, Damián Sosa Castelán externó que defendería el voto de los ciudadanos en los tribunales, pues aseguró que el tricolor buscó arrebatar en la mesa lo que no consiguió en las urnas el pasado 18 de octubre.
Durante las sesiones de cómputo los representantes de los partidos de la candidatura común señalaron amenazas telefónicas a los funcionarios del consejo, algunos recibieron una corona negra en su casa e incluso mencionaron que presuntamente se violaron sellos de paquetes y la bodega electoral, hasta que intervinieron funcionarios del IEEH para reestablecer el proceso.
También señalaron que originalmente Tulancingo no era sujeto de un recuento total, situación a la que se llegó porque los paquetes fueron maltratados “a propósito”, pese a que esta figura sólo aplica cuando el porcentaje entre el primer y segundo lugar es menor a uno por ciento.
Por Oliver García