Juan Manuel Pérez.- Tras encabezar el simulacro sísmico en Palacio de Gobierno el secretario de Gobierno de Hidalgo, Simón Vargas Aguilar, aseguró que la inundación ocurrida en días pasados en Tula son consecuencias de no haber actuado con ese sentido de responsabilidad.
Aseguró que hace tres años se aprobó un proyecto, presupuesto y se asignó el contrato para la rectificación y revestimiento del río Tula, pero a causa de la intervención de organizaciones ambientalistas no se llevó a cabo.
Grupos como la Sociedad Ecologista Hidalguense se manifestaron en contra, porque el proyecto contemplaba eliminar nueve mil ejemplares a lo largo de 19 kilómetros, en una de las ciudades más contaminadas del país y sin socializarlo con los habitantes, por lo que finalmente se detuvo.
“Hoy vemos las consecuencias de no haber actuado con ese sentido de responsabilidad, pero creo que no nos debe volver a pasar, hay que aprender de las experiencias y poder atender la seguridad»,
Vargas Aguilar sostuvo que el ensanchamiento del afluente sigue siendo prioritaria para evitar inundaciones futuras que dejen más pérdidas humanas, como la del 7 de septiembre a causa del desbordamiento del río, que recibe las descargas de aguas negras del Valle de México.
“Como tal, entiendo que no hay un tipo penal para esa conducta, yo creo que fue un error. Ellos en su conciencia lo llevarán y sobre todo está el antecedente de que la sociedad, sobre todo de Tula, conoce cuál fue el actuar de esas personas”.
Cabe recordar que en 2017 y 2018 la administración anterior de Conagua taló alrededor de 500 árboles, pero el ahora exalcalde Gadoth Tapia Benítez, dijo desconocer el proyecto.
Tras la declaratoria como zona de desastre natural, las autoridades cuentan con un mes para integrar un expediente por cada persona afectada en sus viviendas y negocios. Posteriormente son enviados a la Ciudad de México para la validación. El gobierno de Hidalgo solicitó de manera inicial seis mil 500 millones de pesos.
Vargas Aguilar negó que exista desatención a los deudos de las 15 personas que fallecieron en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a causa de la falta de respiradores por los cortes eléctricos, y que debieron solventar gastos funerarios.
“Nosotros tenemos una información distinta, yo creo que ha habido un trabajo responsable, empezando por el IMSS, el maestro Zoé Robledo ha estado pendiente de todos. Se reunió con el gobernador, quién le ofreció todo el apoyo institucional para los trámites, todo se ha estado cubriendo».
Como urgente y necesaria es la obra de rectificación y revestimiento del río Tula, consideraron funcionarios de los tres niveles de gobierno al hacer un recuento de daños de la nueva inundación ocurrida en la zona centro de Tula durante la madrugada de este sábado.
El secretario de Gobierno estatal, Simón Vargas acompañado del alcalde Manuel Hernández Badillo, previó que las inundaciones se van a frenar en cuanto exista la obra que hace tres años un grupo de ambientalistas impidió que se realizará.
A su vez el alcalde Hernández Badillo, dijo que no se puede vivir en la zozobra, por ello apeló a la sensibilidad del gobierno federal para autorizar la obra que permitiría regresar la tranquilidad a la sociedad.
Dieron a conocer que, mediante el trabajo coordinado con el Ejército Mexicano, Guardia Nacional e instituciones federales, se logró realizar la limpieza y desazolve de las calles afectadas, que fueron las ubicadas en el centro del municipio.
El oportuno llamamiento de alerta a los ciudadanos, hizo que no se reportaran afectaciones humanas en el segundo evento, que, es de resaltar sólo fue inundación por agua pluvial, sin que se registrara desbordamiento del río.
Simón Vargas recalcó que el trabajo debe enfocarse directamente al restablecimiento de la vida de los tulenses y evitar que grupos políticos pretendan lucrar con la desgracia social.
Indicó que la solución, es por necesidad construir una gran obra de ingeniería que permita que el caudal no signifique un problema para los habitantes de Tula.