Tizayuca.- Un grupo de vecinos del fraccionamiento Bosques de Ibiza, se han agrupado para rescatar y proteger a los perros en abandono que pasean por las calles del complejo habitacional. Encabezados por Rebeca Martínez Mendoza, llamaron “Peluditos Davivir”, a su grupo de rescate animal, el cual actualmente resguarda a 23 caninos que muestran signos de maltratos con violencia.
“Son intolerantes en este fraccionamiento hacia los animales, los han envenenado, últimamente los hieren a machetazos, de una manera inhumana”, acusó Rebeca. Mostrando a los canes dañados, acusó que un vecino identificado con las iniciales J.G, es quien alienta la violencia contra los animales.
Al respecto, uno de los dueños de un perro de nombre Drako, dijo en entrevista que su mascota corrió con suerte de sobrevivir, mas no así otros tres perros que literalmente fueron descuartizados.
“Atribuimos los hechos a que mandaron llamar la perrera y no permitimos que se llevaran ni uno solo de nuestros rescatados”, señaló Martínez Mendoza.
Por otra parte, otra agrupación registrada como “Peluditos”, defendieron que los canes cuidan de los ladrones nocturnos que han azotado a la colonia, y aseguraron que no atacan a quienes habitan en el lugar.
Los animalistas llamaron a las autoridades a que les brinden apoyo para tener un lugar donde tenerlos, ya que las casas de cinco personas que se han dedicado a rescatar a los canes están saturadas.
El grupo vacuna y esteriliza a las mascotas, para posteriormente promover su adopción, sin embargo actualmente solo 13 perros tienen lugar en un espacio cerrado, mientras que otros y diez siguen en las calles. Situación que ha molestado algunos otros vecinos que están en contra de que permanezcan sueltos.
Tan solo en el último mes han sido asesinados salvajemente 5 perros, acusaron, siendo los principales sospechosos los comerciantes locatarios, quienes han manifestado que desean que mueran los animales.
Finalmente exhortan a los pobladores a sensibilizarse y no permitir más violencia contra seres vivos que repercuten también en los niños que habitan el lugar y observan tan sangrientos hechos.
Por Imelda Córdova