Alberto Witvrun.- Es tiempo de que los responsables de la política interior y de la seguridad pública de Hidalgo, den a conocer si existe la radiografía social y delincuencial del Valle del Mezquital porque su corazón político, económico y social está a punto de un paro cardiaco, tras el pasado fin de semana donde se registró el homicidio doloso número 68 de acuerdo a cifras no oficiales en la administración de Araceli Beltrán Contreras pero que tiene alarmada a la población.
Siete días atrás fueron detenidos dos presuntos generadores de violencia mediante un operativo policial, pareció pronta respuesta de las autoridades ante la demanda ciudadana; cinco días después donde también aseguró fuerte cantidad de probable droga, sucede otra ejecución.
Versiones corren, que asocian a personajes locales con este clima de inseguridad pública que igual exigen a los responsables de la seguridad, aplicar medidas urgentes incluso pedir el apoyo del gobierno federal para devolver la paz social a los habitantes del Valle y Alto Mezquital en la víspera del cambio de gobiernos municipales.
El gobernador no elude el tema de seguridad, pero los responsables directos deben una explicación sobre la situación y las estrategias a seguir para reducir los altos niveles de violencia y conocer avances en el esclarecimiento de la larga lista de homicidios dolosos, para determinar cómo regresarán la seguridad a esta vasta región.
Un abogado penalista de Ixmiquilpan, explica que, si bien la mayoría de estos ilícitos están relacionados a personas con antecedentes, no se debe esperar a que se afecte más a la población civil; urge a los gobiernos estatal y federal a actuar con estrategia y fuerza, porque todos saben que el gobierno municipal solo sirvió para beneficiar al grupo al que pertenece la presidenta municipal Araceli Beltrán Contreras.