Erick Morales.- El derecho de los pueblos indígenas a decidir sobre su desarrollo y bienestar, reconocido en el artículo 2 de la Constitución mexicana, será fortalecido mediante la implementación del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS).
Este fondo apoya a las comunidades indígenas en el combate a la pobreza, permitiéndoles gestionar directamente los recursos que recibirán, conforme a su derecho a la autodeterminación y a la administración de sus propios bienes.
El FAIS, anunciado recientemente por el gobierno federal, se distribuirá entre los estados y municipios con base en tres criterios: un monto igual para todos, un porcentaje determinado por la población de cada comunidad, y otro por el rezago social que enfrentan.
Este esquema permitirá que las comunidades indígenas, en Hidalgo las del Valle del Mezquital, Huasteca y Sierra Otomí-Tepehua, accedan a recursos para obras que ellos definirán, de infraestructura básica como agua potable y alcantarillado.
El acceso a estos recursos será posible tras la convocatoria a una asamblea comunitaria en la que los habitantes podrán decidir cuáles son las necesidades prioritarias para su comunidad.
En este proceso, se requerirá una representación mínima de 75 por ciento de los habitantes de la localidad, asegurando que las decisiones sean tomadas de manera democrática. Asimismo, el manejo de los fondos estará a cargo de un comité de administración, mientras que otro comité será responsable de la supervisión para garantizar la correcta aplicación de los recursos.
Este modelo de gestión comunitaria permitirá que aproximadamente 1,400 comunidades se beneficien del FAIS, garantizando que los pueblos indígenas puedan decidir directamente las obras que les permitirán mejorar su calidad de vida