Alberto Witvrun.-La suspensión de la huelga de hambre de Cipriano Charrez Pedraza, iniciada el mismo día de su detención argumentando violaciones a sus derechos humanos, retira toda presión a las juzgadoras de las dos procesos que enfrenta uno por homicidio culposo y el otro por homicidio doloso en grado de tentativa, al percatarse que su base social esta diluida y nadie se pondrá en riesgo para intentar salvarle de la cárcel.
Los efectos han sido inmediatos el jefe real del Consejo Supremo Hñahñu (CSH) Roberto Pedraza Martínez, ni tardo ni perezoso el domingo tal vez contagiado por la fabricada algarabía en la toma de protesta de Sergio Baños Rubio como dirigente en Pachuca del Partido Revolucionario Institucional (PRI), consideró que la caída en desgracia de los hermanos Charrez Pedraza, les abre el camino para recuperar Ixmiquilpan.
Quien encabeza el otrora grupo hegemónico en el Valle del Mezquital desde 1987 en que llegó a la diputación local, tras la muerte del propietario Porfirio Chávez y, de inmediato ganó en consulta interna la presidencia municipal de Ixmiquilpan y luego dos diputaciones federales una suplencia de Senador y otra vez diputado local, tiene en parte la razón, siempre que el PRI postule un buen candidato y que este se deslinde de los grupos tradicionales o por lo menos pinte su raya.
El PRI hoy tiene potencialmente tres cartas: el subsecretario Juan Luis Lomelí, el director de Atención a Pueblos Indígenas, Enrique Simón y el ex titular de atención a Hidalguenses en el Extranjero Juan de Dios Hernández, de los tres el último parece reunir un mejor perfil, porque nunca se ha distanciado del municipio y ha sufrido en carne propia los efectos de la inseguridad que afecta a la población.
Porque se corre el riesgo de que Pedraza Martínez, quiera volver a jugar con cartuchos quemados, que junto con convertir el CSH en una agencia de colocaciones y no en una organización social al servicio de su etnia, llevaron al desplazamiento de esta organización, primero por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y luego por las organizaciones de los hermanos Charrez Pedraza que han utilizado el membrete de tres partidos.
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no se quedará con las manos cruzadas, pero cierto es que le apostaron a Cipriano Charrez y hoy se quedan sin estructura y Pascual Charrez que llegó con el membrete del Partido del Trabajo (PT) parece que jugara con el tricolor, así que el PRI tiene su posibilidad que como primera medida tendría que desechar al ex diputado local y federal Edmundo Ramírez, que era la carta de Cipriano Charrez y al caer este en desgracia, se le reavivó el priismo.