Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Ambientalistas independientes e integrantes de la Asamblea ciudadana, como Gerardo Castillo manifestaron su preocupación por el reinicio de los trabajos de revestimiento del río Tula a consecuencia del daño medioambiental que causarían en el ecosistema del afluente.
El activista señaló, que, así como hay temas preocupantes al hablar de daños ecológicos y a la salud como la deforestación que se comete en el presente gobierno municipal y las emisiones de azufre, además de otras partículas por encima de la ley de la refinería y la termoeléctrica, también está el revestimiento del afluente de aguas residuales.
Manifestó que el proyecto de revestimiento, ampliación y rectificación del principal cuerpo de agua que atraviesa la antigua Capital Tolteca, no está muerto, sino que sigue vigente, y dado, que, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), supuestamente se la ha pasado modificándolo los últimos dos años a fin de hacerlo más amigable con el ambiente, en cualquier momento vendrán a ejecutarlo.
Llamó a agrupaciones ambientalistas como la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir y el Grupo Ecologista de Protección al Ambiente a que estén atentos a fin de que no suceda lo que, en 2017, en que pudieron frenar la obra luego de que se talaron más de mil 500 árboles y se encementaron grandes tramos del raudal.
“Deberíamos de estar muy preocupados y ocupados en saber la realidad del proyecto, es decir, podernos adelantar a la Conagua a fin de convocar otra vez a la gente oriunda del municipio y la región a que se una para salvar el ecosistema del río Tula, porque, aunque está contaminado, es una fuente de vida”.