Laura Elizabeth Trejo.- Hidalgo se ubicó en el sexto lugar en el Índice de Paz México 2023, el cual fue presentado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) con una calificación de mil 958 puntos. De acuerdo con el reporte entregado por el organismo, la entidad descendió una posición durante este indicador con respecto a la medición del año pasado, lo cual se adjudicó a la presencia de grupos delictivos dedicados al robo de gasolina.
De esta forma, la entidad se ubicó por debajo de Yucatán, Tlaxcala, Chiapas, Tamaulipas y Yucatán, quienes se ubicaron entre el grupo de los más tranquilos del país. En contraste, Colima, Zacatecas, Baja California, Guanajuato y Morelos ocuparon los últimos lugares.
La medición señaló que las mayores mejoras en la paz se dieron en Chihuahua, Sonora, Michoacán, San Luis Potosí y Durango. En contraste, Colima, Nuevo León, Campeche, Hidalgo y el Estado de México registraron los mayores deterioros.
En este contexto también explica que los cinco estados con mayores deterioros en términos de paz en general fueron los mismos que más se deterioraron en cuanto a crímenes de la delincuencia organizada. El Instituto para la Economía y la Paz (IEP) pormenorizó que Hidalgo tuvo el cuarto deterioro más grande del país en 2022. Su calificación general cayó un 5.8 por ciento, una caída que provocó que el estado saliera del grupo de los cinco más seguros del país.
El estado registró deterioros en tres indicadores, crímenes de la delincuencia organizada, homicidio y delitos con violencia, mientras que su calificación en delitos con armas de fuego se mantuvo prácticamente sin cambios y su calificación en cárcel sin sentencia registró una mejora.
“Si bien tradicionalmente se considera un estado pacífico, Hidalgo ha experimentado un aumento significativo en la delincuencia, particularmente por parte de quienes roban combustible, conocidos localmente como huachicoleros”, explica el documento.
En la ficha en la que se explica la tendencia que experimentó el estado, el organismo hizo notar que el país ha luchado durante mucho tiempo contra el robo de combustible, pero el reciente aumento de los precios del petróleo, junto con las recesiones económicas, ha exacerbado el problema.
En este contexto, el robo de crudo registró un incremento de 27 por ciento, entre el primer semestre de 2021 e igual periodo de 2022. Concretamente, se señala que Hidalgo, el sitio con la refinería más activa del país, tiene la tasa más alta de robo de petróleo del país.
De hecho, la organización recuerda en su reporte la trágica explosión en Tlahuelilpan que dejó 137 fallecidos, tras la explosión de un ducto.
“Dado que existe una gran demanda de petróleo en el mercado negro, los cárteles se han afianzado en el negocio de robo de petróleo en México como una forma de diversificar sus fuentes de ingresos más allá del narcotráfico. En consecuencia, numerosos grupos armados, incluidos el CJNG, Los Zetas, La Familia Michoacana y Pueblos Unidos, han establecido una presencia significativa en Hidalgo”, señala.
Pese a este panorama, el reporte destaca que pese a que los conflictos entre grupos de la delincuencia organizada son comparativamente raros en Hidalgo, sus actividades tuvieron como resultado un aumento del 34.2 por ciento en la tasa de los crímenes relacionados con estas bandas.
A nivel local se documentó un incremento de 112 por ciento en la tasa de extorsión y un aumento del 20.4 por ciento en la tasa de delitos mayores. Hidalgo también experimentó aumentos significativos en sus tasas de homicidios y delitos con violencia en 2022, que aumentaron en 14 y 12.4 por ciento, respectivamente.
El deterioro en el indicador de delitos con violencia fue impulsado principalmente por un aumento del 29.6 por ciento en la tasa de violencia sexual y un aumento del 16.8 por ciento en la tasa de violencia familiar. Tanto las agresiones sexuales como la violencia familiar han aumentado rápidamente en los últimos ocho años, y ambas tasas casi se triplicaron desde 2015.
En el ámbito nacional, la paz en México mejoró en un 0.9 por ciento. Este fue el tercer año consecutivo de mejora luego de un fuerte deterioro en la paz de 2015 a 2019.