Alberto Witvrun.-La decisión del Consejo General del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) de distribuir las 12 diputaciones de representación proporcional con base en la tesis constitucional de representación y de equidad y no en la de los porcentajes del total de la votación, dejó en este periodo de conformación de la 65 Legislatura al Congreso de Hidalgo, heridos, lesionados y muertos políticamente hablando, con una agonía prolongada hasta conocerse el fallo de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El IEEH, actuó en apego a los ordenamientos constitucionales de representación por ello entregó inicialmente 7 diputaciones plurinominales a Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y 5 al Partido Revolucionario Institucional (PRI), desechando la tesis de que estas curules se distribuyen en base al porcentaje mayor al 3 por ciento del total de la votación, que ahora solo sirve para que los partidos mantengan su registro y la Sala Superior el único ajuste que hizo fue para lograr la equidad y la 65 Legislatura este compuesta por 15 mujeres y 15 hombres.
Los casos significativos son los del panista Asael Hernández Cerón y el panalista Juan José Luna Mejía, el primero hasta coordinador de la bancada panista se nombró y el segundo tras ser destituido como dirigente en Nueva Alianza Hidalgo (Panalh), recuperar la curul era revivir e intentar ser contrapeso en el magisterio, por eso su derrota es doble.
Para Hernández Cerón, es un duro golpe en sus aspiraciones de ser candidato a gobernador por Acción Nacional (PAN), ahora su alternativa es retener para su pandilla la dirigencia estatal a través de Claudia Lilia Luna Islas; de no conseguirlo será el fin de su hegemonía iniciada en 2015, que le permitió beneficios políticos y económicos, además de múltiples señalamientos por corrupción.
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) la víctima de esta forma de representación proporcional fue Jorge Luis Pérez Viveros, que hasta asesores había nombrado y en el PRI fue Kenia Montiel, a quien él falló de la Sala Regional Toluca del TEPJF, la había llevado al Congreso, pero con la resolución final quien ocupa una de las 8 curules priistas es Alejandro Enciso Arellano, que inicia una carrera política tras su paso por la administración pública.