Alberto Witvrun.- El Consejo General del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) se empeñó meses atrás
de impedir el avance de la democracia representativa que vivimos en Hidalgo; nunca
como ahora el árbitro electoral es obstáculo para una competencia limpia, transparente y
equitativa.
La lucha intestina entre la consejera presidenta y tres titulares de consejerías, generó
opacidad, burocratismo y señales de corrupción que dañan a todos los partidos, tal vez
más a unos que otros, pero el daño mayor es a la ciudadanía porque sus acciones inhiben
la participación y en casos aun no cuantificados el IEEH ya inclinó la balanza a través de la
reserva de candidaturas que redujeron el tiempo de campaña para muchos candidatos.
Si bien la figura de juicio de procedencia es inadecuada, el Instituto Nacional Electoral
(INE) puede iniciar un procedimiento de destitución en contra de la consejera presidenta
si valoran la magnitud del daño que la autoridad causa al proceso electoral.
Se oculta información, los programas y recursos no se aplican adecuadamente en
programas de máxima difusión como la promoción del voto a grado tal que un porcentaje
de la población sabe que habrá elecciones paro no sane que día con precisión lo que
puede generar mayor abstención.
Los partidos políticos, rumian en voz baja su malestar, se inconforman, pero no estallan en
público, lo que quieren en este momento es que resuelvan las decenas de candidaturas
pendientes, que en caso como el de Tlanalapa donde Nueva Alianza solicitó una
sustitución, se tardaron una semana en aprobarla dejando en desventaja a la candidata,
cuando cumplía con todos los requisitos.
Este es solo un ejemplo de que los sistemas y metodología aplicada es tardía e ineficaz,
porque consejera presidenta está ocupada en imponer su voluntad sobre la legislación y
reglamentación que rigen a este cuerpo colegiado que muchas veces no lo es.
Sería sorprendente que el INE no tome medidas, cuando existe un antecedente de menor
gravedad que la crisis actual del IEEH, que fue cuando no funcionó adecuadamente el
Programa de Resultados Preliminares (Prep) que le costó la destitución a la consejera
presidenta y a un consejero, aunque sean posteriores y las afectaciones a este proceso
electoral no sean reversibles.
