Alberto Witvrun.- El domingo 14 de diciembre de 2014, la disputa por la dirigencia en Hidalgo del Partido Acción Nacional (PAN) donde el jefe del Clan Sosa Castelán realizó uno de sus últimos
intentos de apoderarse de ese instituto político utilizando estructuras y recursos
universitarios utilizando a Damián Sosa Castelán su alfil también en sus proyectos de
Movimiento Ciudadano (MC) y Partido del Trabajo (PT).
Pero no lo consiguió su candidato Alejandro Moreno Abud que sería después regidor en el
cabildo capitalino y se sumaría más tarde a Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena) y hoy ocupa un cargo en la Procuraduría General de Justicia del Estado de
Hidalgo (PHJEH), perdió por 54 votos ante el presidente municipal de Tezontepec de
Aldama, Asael Hernández Cerón.
Moreno Abud, objeto el proceso acusó que Hernández Cerón había recibido apoyo del
gobierno estatal, lo que no se probó y finalmente asumió la dirigencia y con el tiempo
asumió el liderazgo del partido no sin conflictos e historias de alianzas y traiciones a lo
largo de este periodo de casi tres lustros donde a pesar del costo electoral de aliarse con
el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El reto ahora para 2027, es para construir una nueva candidatura es apoyar a la dirigencia
estatal para enfrentar el proceso electoral intermedio donde se renovará las cámaras
federal y estatal de diputados además de los 84 ayuntamientos, donde deben no sólo
alcanzar más posiciones sino incrementar su presencia en las urnas electorales.
Lo que no solo es urgente sino necesario para mantenerse como opción para la ciudadanía
y oposición al régimen morenista para lograr equilibrios, lo que no sólo es tarea del PAN,
si de todos los institutos políticos opositores sobre todo en la segunda parte de este
primer gobierno surgido de un partido diferente al hegemónico durante nueve décadas.
