Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Pese a la inundación reportada el pasado domingo por comerciantes asentados a pie de la carretera Tula – Refinería a la altura de la colonia El Cielito, justo en el tramo donde hace unos días se inauguró la primera etapa de ampliación y modernización de la vía, el alcalde de Tula, Manuel Hernández Badillo, negó que existan deficiencias constructivas de tipo hidráulico en los trabajos. Descartó el anegamiento.
En entrevista, el edil afirmó que, el encharcamiento fue temporal debido a que cayó una tromba en esa parte del municipio, lo que hizo que se juntara gran cantidad de agua en unos cuantos minutos, pero aseguró que, él personalmente pasó por el sitio una hora después de la torrencial lluvia y que el agua ya había desaparecido.
Cabe recordar que desde el pasado 20 de junio, a través de redes sociales y medios de comunicación, comerciantes y vecinos de la zona, acusaron que, a consecuencia de la porquería de obra, recientemente inaugurada por el gobierno local, se habían inundado, pese a que no había antecedentes en la zona.
Mediante vídeos y fotos los colonos y locatarios mostraron que el agua pluvial, residual y negra, de un canal aledaño, había subido hasta 50 centímetros de altura, provocando que los líquidos ingresaran a sus negocios e incluso provocaran que sus clientes “salieran huyendo”.
No obstante, el mandatario local, insistió en que no hubo inundación: “porque luego que dejó de llover, el agua se desfogó inmediatamente, una hora después ya no había nada”.
De esta manera, Hernández Badillo, dijo que, en vista de que no hay deficiencias, en realidad no hay nada qué corregir en las labores, en las que se invirtieron más de 11 millones de pesos.