Alberto Witvrun.-En la confianza de que la ola lópezobradorista les alcanzará para ganar elecciones en 2020 en Hidalgo Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se sume en una crisis por las luchas intestinas y la guerra sucia en contra de algunos personajes, a lo que se agrega la dosis de desprestigio que aporta la investigación a las cuentas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) por la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) que no termina, la división de su fracción parlamentaria local y el Caso Ixmiquilpan.
La ambición y la soberbia domina a algunos, el mejor ejemplo hoy es el desaforado diputado federal Cipriano Charrez Pedraza que ya vinculado a proceso por uno de los delitos de que se le acusan busca evadir su responsabilidad legal, lo que afecta a Morena en el Valle del Mezquital que le abrió las puertas a alguien que tiene 10 averiguaciones previas que no se sabe porque no procedieron.
Mientras se mantienen sistemáticos ataques contra del senador Julio Menchaca Salazar a quien sin pruebas aseguran que ofrece candidaturas a presidentes municipales, cuando faltan seis meses para el proceso interno y Francisco Patiño Cardona que aspira a presidir al partido, se lanza a la yugular de Gerardo Sosa Castelán y de Abraham Mendoza Zenteno a quienes acusan de perseguirlo y de tener intereses oscuros.
Pero ni tan oscuros, es claro que Gerardo Sosa, aspira a ser candidato a gobernador, obsesión que le sigue desde hace varios sexenios y juega a imponer una veintena o más de planillas y, si Morena derivado del resultado de las investigaciones a las finanzas de la UAEH, su historial e incluso de una tragedia personal, le niega la postulación, utilizaría la estructura de sus alcaldes y de la autónoma para postularse como independiente en tres años.
En el Congreso local donde alcanzaron una mayoría histórica, hoy siete de los 17 legisladores son acusados de entregarse al Ejecutivo, sea o no cierto es evidente la división al sentirse marginados por el grupo que obedece a los intereses de Gerardo Sosa Castelán, mientras el coordinador Ricardo Baptista González, lucha por mantener equilibrios al interior y mantiene la confrontación con el gobernador, que juega su juego.
De mantenerse este escenario, por falta de estructura y estrategia institucional, la mayoría de los postulados a presidentes municipales, tendrán que buscar el triunfo con recursos propios aunque en algunos casos habrá trabajo corporativo cómo el de los candidatos del grupo universitario; por lo menos eso se aprecia con Canek Vázquez, que se posesiona en Pachuca con estrategia propia, porque muchos de los triunfos de Morena en 2020 serán por esfuerzos individuales.