Alberto Witvrun.-La autonomía universitaria, bandera con la cual el grupo que encabezaba Gerardo Sosa Castelán en 1982 se apoderó de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) que en el fondo fue una disputa política entre el ex gobernador Jorge Rojo Lugo y su sucesor Guillermo Rossell de la Lama por el consejo de su secretario general de Gobierno Roberto Valdespino Castillo, hoy sea vulnerada por quien cada vez que puede se envuelve en ella.
La UAEH convertida en partido político que opera dentro de otro partido, opera y cabildea para la fracción parlamentaria de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como sucedió en la reunión en el Centro de Extensión Universitaria (CEUNI) de Gerardo Sosa Castelán con representantes de diferentes organizaciones que integran el colectivo Marea Verde que está a favor de la Interrupción Temprana Legal de Embarazo.
Este colectivo demanda o demandaba hasta el jueves juicio político para el joven diputado local y protegido del presidente de Patronato Universitario, Jorge Mayorga Olvera, por comparar la fiesta taurina con el aborto, su solicitud que tuvo eco en el área de derechos humanos de Morena, quien emplazó al también aspirante a la candidatura a presidente municipal de Tepeapulco a ofrecer una disculpa pública y pesa sobre él la posibilidad de que soliciten su expulsión.
Para frenar las protestas en contra de su protegido, quien le ha servido fielmente como presidente del Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo (CEUEH) y como dirigente de las juventudes de Movimiento Ciudadano (MC) cuando el Corporativo Grupo Sosa tenía la franquicia de ese partido al que luego abandonó traicionando los compromisos con Dante Delgado Ranauro signados también en CEUNI, tendió puentes con Marea Verde.
El comportamiento de Marea Verde con relación al caso Mayorga Olvera y la dirección que tome el voto de los nueve diputados locales del Corporativo Grupo Sosa cuando se presente al pleno la propuesta sobre Interrupción Temprana Legal del Embarazo, dará señales de que acuerdos tomaron en ese encuentro, más cuando el gobernador pidió no acelerar el proceso y antes de legislar escuchar todos los debates de quienes están a favor y en contra.
Obvio que no es un secreto que Gerardo Sosa va en contra de toda acción o propuesta del Ejecutivo estatal y para eso utiliza a los diputados locales que llegaron gracias a sus nada claras negociaciones con la todavía presidenta nacional de Morena, que aceptó desplazar a fundadores mediante paquete de candidaturas sositas que hoy sirven más a su jefe que al partido que los postuló.