Alberto Witvrun.-Como por arte de magia desaparecieron soberbia y prepotencia del diputado federal con licencia Cipriano Charrez Pedraza que aprovechó el arranque del operativo de seguridad del periodo vacacional para acercarse al gobernador para pedirle reconsiderar la solicitud de juicio de procedencia interpuesto por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
Le dijo al mandatario que en 15 días regresará a la Cámara de Diputados, estimando que en ese periodo la procuraduría no proceda legalmente en su contra o bien que la comisión instructora en San Lázaro no determine retirarle el fuero constitucional; porque por lo pronto la Comisión de Honor y Justicia de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), le retiró sus derechos partidistas y lo separó de su bancada parlamentaria.
No es invención hubo testigos; de su propuesta para “salvar el pellejo” es decir no perder el fuero y eliminar la posibilidad de cárcel, si lo determina un juez por el accidente del 6 de octubre de 2018 que le costó la vida a Rubén Fuentes Martínez, en el que está involucrado aunque el insiste en que la camioneta era conducida por su chofer, aunque hay videos que dicen lo contrario.
Y la manifestación de sus huestes en contra del presidente de la Junta de Gobierno de la 64 Legislatura local, con el pretexto de exigir reasignación de recursos, se entiende como señal para congratularse con el gobierno estatal para que detenga le proceso en su contra, lo que difícilmente sucederá porque la carpeta de investigación está integrada y las pruebas reunidas deben estar en manos de los diputados federales de la comisión instructora.
Mal haría el gobierno estatal, de atender la solicitud de “reconsiderar la acusación” solo porque hoy se le cierran las puertas incluso su alianza con Gerardo Sosa Castelán, por el momento de nada le sirve, en tanto sus enemigos al interior de Morena: José Huerta Vite y José Manuel Zúñiga Guerrero se frotan las manos porque de caer en desgracia Cipriano Charrez esa curul será para su grupo.