Calificar o crucificar a un equipo por una derrota en la primera fecha, no debería de ser, pero analizar el marcador y el desempeño del Pachuca frente a Rayados, en la Sultana del Norte, es necesario.
Es ahí donde no termina de aceptarse el resultado escandaloso, con un cuadro bien reforzado en el ataque, que no tuvo idea para llegar con idea y menos concretar en el arco de los regiomontanos.
La pregunta es dónde está el trabajo de la pretemporada, el estudio táctico del adversario, obvio, ya conocido por Pako Ayestarán, técnico de los Tuzos, para armar un mejor planteamiento y quizá perder, pero con un marcador decoroso.
Sí, el Pachuca enfrentó al rival mejor armado, con la nómina más cara, pero que tampoco justifica la goleada, que hace recordar la exhibición de México ante Chile, al no meter las manos para evitar tantos goles.
El mal desempeño de los Tuzos cubre todas sus líneas, porque al no haber una defensiva bien segura y con salida, sin un enlace en la media cancha, tampoco tuvo el ataque los bolones a modo para crear peligro.
Un desorden total, que debe detenerse ahora mismo, porque la directiva del Pachuca reforzó con lo mejor sus líneas, y vaya, que otros equipos sin recursos, o planteles modestos, ganaron sus primeros juegos y desde ahora se colocan como adversarios de pelea.
Así tenemos a Lobos, Chivas, o al mismo Atlas, que sin hacer gastos extraordinarios, armaron sus cuadros y que iniciar ganando, les da confianza y los motiva para seguir sumando, en tanto que los Tuzos abrirán la segunda fecha con menos -5 y con una moral por los suelos. Ojalá y todo cambie para bien y su premio de entrada sea su retorno a la fiesta grande.